El sector industrial irlandés ocupa al 27,9% de la población.
Este sector presenta desde hace algunos años una clara dicotomía, con una serie de empresas de avanzada tecnología por un lado, y otras, más pequeñas, de tipo tradicional, por otro.
Las más modernas suelen ser de propiedad extranjera (principalmente estadounidense, pero también del Reino Unido, alemanas, de otros países europeos o Japón).
Las industrias química, farmacéutica, de equipamiento electrónico y de preparados alimenticios lideran generación de valor añadido y las exportaciones.
El sector químico-farmacéutico generó el 20,5% del valor añadido en 2003. De hecho, 13 de las 15 mayores compañías mundiales tienen centros de producción en Irlanda, la mayor parte de ellas en el condado de Cork; y se estima que la inversión extranjera total en este sector es de unos €12.000 millones. Los productos químico-farmacéuticos constituyeron el 44,6% de las exportaciones totales de Irlanda en el año 2004. Irlanda se encuentra entre los diez primeros exportadores mundiales de productos farmacéuticos y de química fina. El output de este sector se ha reducido un 9,6% en 2004, frente a las elevadas tasas de crecimiento en años anteriores (27% en el 2002, 4,7% en el 2003).
En lo que respecta al mercado irlandés de gas, se encuentra liberalizado en aproximadamente un 85%, medido por el volumen de energía comercializada, estando prevista la liberalización completa para finales del 2005. La "Commission for Energy Regulation" (CER) es el órgano responsable de la regulación y liberalización del sector
energético.